Heidi Goldfeder y Federico Churba

En alguna calle tranquila de los suburbios de Buenos Aires, entre una forestación casi tropical y vistas abiertas al jardín, Heidi y Fede comen perdices. 
Los invito a recorrer un hábitat donde se respira fresca armonia y porvenir de soles.
Fotografías: Amparo Bernabé